EL APEGO NEGATIVO (2ª PARTE)

EL APEGO NEGATIVO (2ª PARTE)

EL APEGO NEGATIVO (II PARTE)

Hola a todos, aquí estamos de nuevo con el fin de continuar con la segunda parte del artículo sobre el apego.

Cuando las relaciones con nuestros semejantes son sanas, afectuosas, están basadas en el respeto y  la comunicación, todo fluye de una forma natural. Estamos hablando de unas relaciones de apego basadas en unos vínculos afectivos positivos. El problema viene cuando en esas relaciones se pierde el respeto, el cariño y el amor sincero y genuino, dando paso a los sentimientos de inferioridad, al abatimiento, la frustración, la demanda continua de afecto y sobre todo la dependencia.

Amor y apego no siempre deben ir de la mano, lo hemos entremezclado de tal manera que no entendemos lo uno sin lo otro, y equivocadamente pensamos que el desapego es insensibilidad, indiferencia o dureza de corazón, cuando en realidad el desapego no es desamor sino una forma sana de emanciparse, es decir, de vivir sin miedo y sin ejercer el control, primero sobre uno mismo y después sobre los demás.
Declararse afectivamente libre, no significa no amar a nuestros semejantes y no aceptar el compromiso, sino distanciarse de la opresión y aprender a vivir desde la ternura y la comprensión hacia aquellos que nos importan. Los lazos del afecto son extraordinarios y sin duda nos hacen ser mejores personas, pero no debemos atarnos a ellos como mecanismo de huida para no enfrentarnos con nuestros miedos mas profundos.

El pensamiento central de la persona apegada suele estar relacionado con la ilusión de la permanencia y que lo que tiene o siente sea estable, y todo con un único objetivo, el de evitar el sufrimiento.
“Dejar ir”, “soltar”, no es desentenderse, no significa olvidarse, es aprender a vivir sin aferrarse al pasado, es permitir que los demás se hagan responsables de sus propias vidas. Fue maravillosa esa experiencia o la relación con esa persona, pero si ya se termino o la persona ya no está a nuestro lado, demos paso a nuevas experiencias y fluyamos con el río de la vida.
Lo deseable es vivir sin apegos negativos, mantener nuestra vida en equilibrio, él amor nunca se debe exigir, surge espontáneamente, así como otras situaciones en la vida, es insano tratar de permanecer con alguien que no quiere permanecer contigo, estar en un lugar al que no perteneces, exigir sentimientos o actitudes a los otros que no nacen de ellos mismos, o forzar las situaciones según nuestra propia conveniencia.

Lo deseable es intentar vivir sin apegos emocionales negativos, ser capaz de detectarlos y enfrentarlos, y saber que aunque nos cueste aceptarlo, nada ni nadie es para siempre. Aceptarlo no es condición de pesimismo o derrotismo sino más bien es aprender a vivir desde un realismo que nos conecta con el momento presente, nos hace ser seres flexibles y adaptarnos a las circunstancias que se nos presentan en el “aquí y ahora”. La siguiente frase de Buda resume muy bien todos estos conceptos de una forma esclarecedora:

“Todo fluye, todo se diluye; lo que tiene principio tiene fin, lo nacido muere y lo compuesto se descompone. Todo es transitorio, insustancial y, por tanto, insatisfactorio. No hay nada fijo a qué aferrarse”.

Muchas gracias por leerme.
Noemí Primo.