LEY DEL ESPEJO

LEY DEL ESPEJO

En algún momento de nuestra vida nos hemos sentido ofendidos  con alguien que nos ha dicho o ha hecho algo que no nos ha agradado. Pero, ¿de dónde viene esa ofensa realmente…?

La ley del espejo establece que nuestra inconsciencia, ayudada por la proyección psicológica, nos hace pensar que el defecto o desagrado que percibimos en los demás sólo existe fuera, no en nosotros mismos. La proyección psicológica es un mecanismo de defensa por el que atribuimos a los demás,  “defectos” propios que los tenemos olvidados en “la sombra” y que nos cuesta mucho reconocer.

Dicho de otra manera, todo lo que nos molesta y que vemos en los demás, es una proyección de nuestro interior. Pueden ser heridas infantiles, creencias limitantes o aspectos de nuestro carácter que no nos gustan. Entender esta premisa, y ponerla en práctica, nos ayudará a mejorar nuestras relaciones y nuestro bienestar emocional.

Es importante señalar que las proyecciones suceden tanto con los aspectos negativos como con los positivos de tu carácter, es decir, si tienes alguna persona a la que admiras por algo, ten en cuenta que ves en él los rasgos positivos porque están dentro de ti, aunque no seas consciente. Nuestra realidad la trasladamos sin filtro al mundo exterior, construyendo la verdad con nuestras propias características personales.

– Tres recomendaciones para beneficiarte de esta Ley:

1- Busca en tú interior.

Ser conscientes de aquello que proyectamos en los demás nos permite descubrir cómo somos en realidad. El permitirnos tener constancia de este mecanismo mental nos facilita recuperar el control sobre lo que está sucediendo en nuestro interior para poder hacernos cargo y trabajar aquellos aspectos de nosotros que no deseamos mantener o queremos transformar en positivo.

Te recomiendo que pienses en aspectos de las personas que no te gustan nada y los anotes en un papel. Ahora tienes que hacer un ejercicio profundo de sinceridad y honestidad contigo mismo y mirar en tu interior.

2- Conócete a ti mismo

Aunque no nos guste, tenemos que tener la valentía de reconocer y aceptar que los defectos o virtudes que atribuimos a otras personas son nuestros. Iniciaremos el camino para conocernos mejor y, sobre todo, para sentirnos bien al ser capaces de modificarlos.

Una herramienta que te puede ayudar muchísimo a conocerte a ti mismo es el Eneagrama. Es un mapa de la personalidad, muy útil como camino de autoconocimiento y por tanto de desarrollo personal. En Yume lo trabajamos desde la experiencia y con muy buenos resultados.

3- Ser agradecidos.

Realmente, aunque nuestro ego nos pide enfadarnos con la gente que nos muestra nuestros defectos, por el contrario tenemos que estar agradecidos a todas las personas que nos hacen de espejo. Si reflexionamos sobre esta ley, podremos conocernos mejor y averiguar cuáles son nuestras heridas y creencias más profundas,  todo ello será posible gracias a la mirada del otro.

Esta ley la reconoce la física cuántica que dice: “observar dice más sobre el observador que sobre lo que se observa”.

Muchas gracias por hacerme de espejo.

Andoni Leiva