El GLUTEN, Amigo o Enemigo…

El GLUTEN, Amigo o Enemigo…

El gluten es una proteína natural que se encuentra en la semilla del trigo y otros cereales. Es importante que sepamos que no se añade artificialmente, pero sí se manipula genéticamente, modificando su estructura. El trigo actual no tiene nada que ver con el trigo que consumían nuestros antepasados, ni en forma, ni en calidad, ni genéticamente hablando. Por lo tanto,  no podemos considerarlo un alimento nutritivo, sino más bien un hibrido,  de hecho, no tiene por si mismo casi ningún valor nutricional.

La palabra gluten deriva del griego y significa pegamento. Las propiedades elásticas y flexibles que posee el gluten es lo que hace que el pedacito de pan o el trozo de pastel que tan seductores nos resultan, no se desmenucen. Esta proteína se le añade a un sinfín de productos que nos encontramos en las estanterías de los supermercados,  que en un  principio no deberían llevarlo (patés, productos rebozados, embutidos, etc),  pero que por las cualidades aglutinantes sí lo contienen.

El problema comienza cuando el gluten entra en contacto con nuestros intestinos  e interfiere en nuestro metabolismo.  En los celiacos,  (tengo una hermana celiaca) los síntomas son muy agudos y se manifiestan por que son más sensibles,  produciendo como resultado  el desencadenamiento de la patología. Pero al resto de personas, también les puede afectar si lo consumen con asiduidad, sólo que el daño puede ser silencioso,  y lo peor de todo…. acumulativo. De hecho,  según investigaciones recientes,  de dicha acumulación  pueden derivarse algunas de las enfermedades autoinmunitarias e inflamatorias de nuestro siglo.

Vamos a tratar de explicar de una forma sencilla y eficaz lo que sucede. Es importante que conozcáis esta información para luego ser libres de tomar vuestra propia decisión.

Veamos como se puede convertir en nuestro enemigo. En primer lugar,  interfiriendo en nuestro metabolismo, provocando que se produzca una mala absorción de los demás nutrientes que hayamos ingerido en esa comida.

En segundo lugar,  explicaremos que tenemos unas vellosidades que se encuentran en la pared de nuestro intestino y  tienen la misión de protegernos de que las sustancias tóxicas y perniciosas pasen directamente de la comida a la sangre. Éstas se empiezan a deteriorar como resultado de ingerir grandes cantidades de gluten,  (como sucede en la Enfermedad Celíaca),  y pueden llegar a destruirse, a  atrofiarse y perder su capacidad de absorber nutrientes. Pero además, uno puede ser intolerante al trigo y mantener alerta a su sistema inmune sin desarrollar la enfermedad durante años y por eso tener una peor calidad de vida.

Muchos de los síntomas que algunas personas padecen son comunes a la celiaquia, sólo que a la hora de hacer los análisis no se manifiestan, porque dicho de paso, éstos no siempre resultan ser fiables,  concluyentes y capaces de revelar la enfermedad.

Al no ser aparentemente patologías tan graves como la celiaquia, no solemos darles importancia ( dolores de cabeza, articulaciones, sangrado de encías, fatiga, mala absorción del hierro, y un largo etc).  Los solemos mitigar con la pastillita de turno. Pero perfectamente puede existir una especie de celiaquia subyacente o subclínica,  ya que la mayoría de la población presentamos en mayor o menor medida intolerancia al gluten. En un estudio realizado en Estados Unidos, (podéis buscarlo en el blog The Healthy Skeptic), se demuestra que un 83% de la población presenta una reacción adversa al gluten.

Así que llegados a este punto, no quiero decir que haya que eliminar el gluten de la dieta a no ser que seas celiaco (los radicalismos no son buenos), pero lo cierto es que es muy aconsejable reducir  su consumo, sobre todo en los casos de productos refinados, empaquetados y manipulados. Y apostar por alimentarnos de la forma  más natural que nos  sea posible,  aumentando el consumo de fruta y verdura, y sustituyendo las harinas blancas por integrales (centeno, espelta, Kamut, maíz, etc.…). Quizás de paso nos demos cuenta de que algunas de esas pequeñas molestias que conviven con nosotros y no les damos importancia, mejoren,  y como resultado nos sintamos más sanos y felices. Os invito a probarlo ¿Qué tenemos que perder?….

Os  adjunto el siguiente enlace para ampliar información:

http://celiacoalostreinta.blogspot.com.es/2012/04/el-gluten-que-es-para-que-se-utiliza.html
Noemí Primo